La piel es el órgano más extenso que tenemos y que nos protege del exterior. Los cambios que puede sufrir a consecuencia de los procesos oncológicos y sus tratamientos son en la mayoría transitorios y no suelen revestir gravedad: sequedad, erupciones, manchas o irritaciones en la piel, alopecia, cambios en las uñas, hormigueo o edemas en las extremidades…
Pero con cuidados específicos podemos minimizar e incluso prevenir estos posibles efectos adversos.
A demás del bienestar físico, no debemos olvidar un factor tan crucial como es el bienestar emocional, la autoestima y la seguridad, de manera que mejorará la relación con uno mismo como con los demás.
En nuestro servicio de ESTÉTICA ONCOLÓGICA os ofrecemos tratamientos adecuados para esta etapa, pautas de autocuidado y maquillaje. Os asesoramos con pautas de cuidado diario y que productos son los más adecuados para vuestra piel exigente.
Solicita nuestra guía de cuidado de la piel durante el tratamiento oncológico. Estaremos encantados de orientarte.
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